viernes, 28 de enero de 2011

one white sheep, two white sheeps, three...

Aquella era otra de esas noches, esas noches en las que el preciado sueño no llegaba nunca.
Esas noches en las que podía estar perfectamente horas y horas mirando al techo,y no con la mente en blanco precisamente.
Yo soy una de esas personas que no consiguen jamás tener la mente en blanco. Ni por un mísero segundo.
Supongo que tengo en lo que pensar.
Esa era una de esas noches en que dejaba vagar la mente por los recuerdos, o sitios, o situaciones que le apetecieran.
Sí, es una mente libre, va por libre.
Tan pronto estaba pensando en que mal me habia ido hoy como en una nueva entrada o una nueva foto
Y de repente volvían mis pensamientos a cambiar de rumbo.
Ahora estaba cantando cualquier absurda canción que se me hubiera antojado cantar ese mismo día.
Mi mente es así, variada.
Te puede hacer un repertorio de canciones que pueden ir desde The Ramones hasta la canción comercial del  momento que siempre, aunque no quieras se te incrusta en la cabeza con pegamento extra-fuerte.
Pero porque estoy hablando de mi mente cuando estaba relatando esa noche.
bah, soy así, cambio de tema muy constantemente.
Un ruido, zaz, algo contra el suelo, me asusto y me asomo a la ventana a ver lo que ha pasado, bah , son unos borrachos, vuelvo a mi cama y me río para mi misma de la situación.
Me vuelvo a tapar con las sábanas con estampado de frutas y apoyo la cabeza contra mi mullida almohada.
Hace muchísimo frio, me tape con la manta de frutas a conjunto con las sábanas.
Ya eran las 4 de la mañana, llevaba acostada desde las 12.
Porque no me dormía.., sería por las dos botellas de Coke diet que había tomado esa noche?
A lo mejor. La cafeína nunca me ha sentado bien.
Entonces decido tomar las riendas de mi mente un rato, y me monto un sueño, ese sueño que siempre imaginamos cuando no tenemos lo que deseamos.
Si, ahora era feliz, en mis sueños,¿ quien necesita dormir, cuando se puede soñar despierta?
Que más dará si solo eran sueños, total, soñar no hace daño a nadie.

No hay comentarios:

Publicar un comentario