sábado, 2 de abril de 2011

London 2011 // Thanks for everything

Todo alli nos despertaba  un río de emociones, todo allí nos hacia sentir libres, vivos, como volar, todo allí era perfecto.



 
Paseabamos por las calles disfrutando de cada paso, cada segundo, respirando profundamente ese aire, el aire propio de Londres,  una mezcla de humedad, de puestos de comida, de verde, de zapato de cuero, de chocolates calientes también huele a ropa, a discos de vinilo antiguos y usados, huele a canciones que sonaron y cuales eco retumba por las calles, huele a tradición, huele a lluvia y huele a sol, olía a Londres sin explicaciones. Nadie se sentía fuera de lugar y las superficialidades y la asperezas desaparecieron en el preciso instante en el que el inmenso avión en el que viajábamos posaba sus ruedas sobre la pista del aeropuerto de Heathrow.

 



Pasaron cosas increíbles, hubo amor, hubo amistad por encima de todo, hubo picardía, hubo cultura, hubo fotos, hubo lágrimas, sí, pero nada en comparación con las sonrisas, hubo mil y un sentimientos diferentes y todos estabamos bajo el magnetismo que aquella grandiosa ciudad poseía, ese encanto bohemio del barrio de Candem, ese aire chic europeo de los barrios elegantes y de Oxford street, ese nosequé pero queseyo del olor a pollo frito del soho y ese aire oxigenado que solo los parques como Regents, St James y Hyde Park podrían ofrecernos. Me pasaría días contando las anecdotas  que nos ocurrieron, pero solo tengo tiempo de contar en general mientras me tomo el último Caramel Hot Chocolate del Starbucks.








Las sonrisas llegaban más allá de las orejas, las risas se escuchaban a kilómetros y las palabras cariñosas se repetían constantemente, el frío nos hacía juntarnos, darnos la mano, besarnos y abrazarnos. Nada de lo que allí ocurría era algo que entrara en nuestra rutina, nada nos encajaba, pero todo nos encantaba.


¿Qué nos había pasado? Nos conocíamos desde hacía 10 años algunos más, algunos menos , y jamás podía sentir ese vínculo que casi se podía comparar con el de una familia, nunca lo habíamos sentido pero ahora, todos lo habíamos hecho y a todos nos gustaba sentirnos unidos.


Creo que fue un viaje maravilloso lleno de momentos inolvidables, a lo mejor es lo típico, pero creo que los 20 que fuimos sabemos por que fue tan especial.
Bebimos 3098774 Starbucks, gastamos 4.000o más pounds en total, visitamos 30 sitios diferentes, olimos 587 olores distintos,  vimos más de 2.000 fachadas y caminamos más de 1.000 km en conjunto y nos reimos todos los días, una semana.



Solo  queda la espuma de mi  hot chocolate , por lo que tengo que acabar de escribir para irme


Solo me queda decir que ojalá estas cosas pasen más a menudo y que sigamos así, gracias por un viaje maravilloso, sobretodo a las personas que fueron imprescindibles en el:
Alejandra Socas

Noe Canales
Cloe Molina
Adrián Pintos
Irene Morales
Daniel Mendoza
Angélica Almeida

















Un beso y por supuesto, siempre nos quedará Londres.


                                        
les quiero (L)

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