domingo, 13 de marzo de 2011

Some things never happens

En el mundo irreal de mi cabeza, en ese preciso instante en el que la pantalla de mi móvil parpadeaba que ya eran las 22:54, en ese instante después de que nuestras miradas se cruzaran y nuestros ojos se estudiaran detenidamente, en ese instante, te hubieras acercado a mí y me hubieras preguntado que hora era, yo te hubiera respondido con la voz más dulce que pudiera poner, que eran casi las once, me sonreirias, y en ese momento yo comprendería que te daba igual que hora , me sonreirías otra vez al ver que yo había pillado tu indirecta, sin más preámbulos, me sostendrías la mano y caminaríamos hasta la piscina, no harían falta palabras, simplemente nuestros gestos y sobretodo, nosotros. Bromearías un rato, para verme sonreir y yo me reiría timidamente con la mano en la boca y una vez que el silencio se hubiera apoderado del momento tu te acercarías y me besarías.
En el mundo real, en el mundo en el que los soñadores no tienen lugar, tu me hubieras mirado y con la misma, te hubieras marchado.
Y como estamos en el mundo real, eso fue lo que paso

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